Descripción
Los escritores ofrecen a sus lectores un mundo de paisajes desconocidos. De situaciones humanas, de miserias, de lujos. Un abanico infinito de opciones. Desde poemas, que cada uno interpreta, coincidiendo o no, comprendiendo o no lo que el escritor expresa. Eso no es lo esencial, lo puede ayudar en un momento de su vida. Lo puede leer y no gustarle, lo guarda en la biblioteca de su ser y en un momento lo relee, se entusiasma y le encuentra el sabor. Existen bibliotecas que son edificios materiales y otras mentales o que viajan en auto, en un avión, en el banco de una plaza, sentado frente al mar.
Todo existe, pero el escritor transforma todo lo leído porque está en alguna habitación de su mente y su corazón. Algo exterior llega al escritor, lo sorprende, lo atraviesa y se transforma en un borrador, lo más importante, luego se relee, se corrige hasta que llegue a ser un poema, un cuento para niños, uno para adultos, uno de terror, otro romántico, un relato histórico, otro pasando a una irrealidad a otro tiempo y hablando con alguien que ya no está. Imaginando un romance entre frutas, entre flores, mostrando la realidad e insinuando algún tipo de paliativo, tratan sobre la libertad, la no discriminación, los horrores de la guerra, los sentimientos que nos provoca la naturaleza toda, que nos habla, nos abraza, nos contiene y es víctima de la crueldad del hombre, eso en San Luis. Y los arquetipos de nuestro Buenos Aires y como corolario, el amor en todas sus formas.
Un texto no lo es sin un escritor y un lector, tampoco sé si hay una frontera entre ambos. El escritor se arroja y el lector lo recibe de la manera que quiere o puede.
Es decir, existe lo escrito y sus variadas interpretaciones.
MARÍA ROSA DÍAZ es profesora de Enseñanza Primaria y de Inglés, nació en Moreno, Buenos Aires, y actualmente reside en San Luis, desde donde escribe para la revista Rumbos, de Córdoba.
Ha publicado el trabajo de investigación educativa El niño y la familia (1979), participó en las presentaciones Rescatando la Literatura Sanluiseña y De abuelos y de nietos, formó parte de la Antología (2017) y Círculo de Silencio (2019) ambos del Grupo de Estudios Dr. L. Despouy.
Fue reconocida con Mención especial por compilación de poesías «Hilando sueños para tejer realidades» (2014), Mención de Honor «Certamen Poético Bicentenario y Puntanidad» (2016) por la poesía Hijo.
