Descripción
El «Volver» a mi Patria de abrazos, fue regresar a mi lugar en el mundo y el único donde me siento ciudadano.
En seguida fueron sus ojos grises los que despejaron mi «Niebla del Riachuelo» y mi voz entre cortada, como una «Garganta con arena» que apenas me permitía pronunciar su nombre. Luego por fin, recorrí apasionadamente su paisaje urbano y luego los suburbios…
El siguiente miércoles antes de la medianoche, Eliseo partió a su encuentro, cubriéndose la cara con altas solapas de su abrigo.
Los cascos de su caballo trepidaban por los adoquines de ese antiguo Buenos Aires, lanzando chispas al apurar el tranco.
Su figura ofrecía la imagen de un jinete sin cabeza. Mito que se divulgaría luego por la aldea, enmudeciendo a los porteños que esperaban la medianoche de cada miércoles para verlo cabalgar…
Ilustración de portada @kikayer